Río San Pedro: Ecología y Pandemia

Parece que, en los últimos meses, estamos entrando a la fase final de la emergencia sanitaria provocada por el virus Sars-CoV-2, o, por lo menos, comenzando una etapa diferente, en la que las medidas preventivas, como el aislamiento social o el uso obligatorio de cubre bocas en espacios abiertos, van disminuyendo. Durante estos más de dos años, una gran cantidad de investigadores, desde diferentes ámbitos de las ciencias sociales y naturales, han advertido de los profundos cambios que esta pandemia iba a provocar en nuestra sociedad. Argumentaban que, las complejas experiencias que vivimos iban a generar un cambio de paradigma y un rompimiento de los esquemas previos, para construir así una nueva forma de relacionarnos entre nosotros y con el medio que nos rodea.

Después de todo, tuvimos que modificar diferentes aspectos de nuestra vida cotidiana en diversos ámbitos (familiar, educativo, social y profesional), aprendiendo otras formas de ser. Aunque los privilegiados pudieron continuar su existencia sin mayores cambios (o, incluso, mejorarla al enriquecerse por “las nuevas oportunidades” económicas que esta coyuntura ofrecía), la mayoría de nosotros tuvimos pérdidas familiares, laborales y/o económicas, incrementándose a su vez padecimientos como la ansiedad, depresión (Feter et. al, 2021; Hawes et. al, 2021) y el síndrome de burnout (conocido como el síndrome del trabajador quemado, caracterizado por un agotamiento físico y mental) como en el caso de los docentes (Jarrín-García, et. al 2022; Giler-Zambrano, 2022)

Como ejemplo de este tipo de pronósticos optimistas, el reconocido doctor e investigador Luis Velázquez, aseveraba en el 2021: “el mundo tendrá que ser otro después de que se supere esta catástrofe”. Por su parte, el psicólogo colombiano Rubén Ardilla, señalaba a principios de este año que “hemos entendido que el ser humano no está aislado, y que necesitamos unos de otros” (p. 361).

En los artículos previamente publicados en la página de Vida en el Río San Pedro “Brujería, drogas y sexo en el río San Pedro” parte 1 y 2, se abordaba el tema del tipo de desechos que se encuentran en este Humedal de Importancia Internacional, estableciendo un vínculo entre la problemática ecológica con la social. Argumentaban que el río se convierte en un lugar donde se realizan diferentes prácticas (consumo de drogas, ingesta de alcohol, relaciones sexuales), las cuales generan desechos que impactan directamente el ecosistema.

Estos desechos, no solamente reflejan la ausencia de educación ambiental en nuestra población o la falta de atención por parte de las autoridades municipales a los asuntos medioambientales. También muestran lo que somos como sociedad. Si se analiza lo que se encuentra en diferentes zonas del río, se pueden sacar conclusiones como que muchos de los habitantes de la zona (por la enorme cantidad de basura que se recolecta cada sábado: 20 costales en promedio) emplean su tiempo libre en ingerir diferentes tipos de drogas blandas y duras o legales e ilegales, de acuerdo a la clasificación que se desee utilizar.

A su vez, se evidencia que no hay espacios seguros y privados (o fuera de la vía pública) para mantener relaciones sexuales, que los hombres frecuentemente sufren de impotencia (acaso relacionada con el alto consumo del alcohol) y que se realizan prácticas de riesgo, dado las numerosos potenciadores eróticos y píldoras del día después encontradas, respectivamente (tema que también se abordó previamente en el artículo “Una mujer está sola”).

De acuerdo a las predicciones de los especialistas, se esperaría que, la supuesta evolución que hemos tenido como sociedad a lo largo de estos complicados meses, se viera reflejada también en estas problemáticas sociales que demuestran los objetos que sábado a sábado se encuentran a lo largo del río San Pedro. Lamentablemente, nada más alejado de la realidad, lo único que cambió, es que  a la lista de deshechos previamente mencionados, registrados y documentados, debemos añadir uno nuevo: los cubre bocas.

Referencias:

Texto por Ana Arán Sánchez, colaboradora de este sitio. Fotografía por Leonardo Hernández Escudero, colaborador de este sitio. 2 de junio de 2022.

No se autoriza la reproducción del texto sin previa solicitud por parte del interesado y autorización por parte de nuestra organización. Todas las imágenes presentadas fueron tomadas en el río San Pedro por colaboradores de este sitio. En el caso de utilizar imágenes de nuestros colaboradores se deberá usar una referencia adecuada. Todas las noticias utilizadas en este artículo han sido referenciadas y se deberá mencionar a la fuente original de esa noticia en caso de utilizarla.

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