
Durante la hora y media que trabajamos cada sábado en la campaña de recolección de basura en el río San Pedro, hay momentos de completo silencio. El único sonido ajeno al río que se aprecia, y es constante, es el ruido que hacen las botellas de vidrio al chocar unas con otras a medida que son introducidas en los costales.
Además del impacto que el alcoholismo tiene en nuestra salud y la comunidad, que ya ha sido abordado anteriormente en otros artículos publicados en este sitio. Cada sábado encontramos una cantidad enorme de botellas de vidrio producto del consumo de alcohol a lo largo de la ribera del río San Pedro. Pero, mientras que las botellas abundan, no es común hallar latas de aluminio (a veces hay, pero es porque no se pueden identificar a simple vista). Esto se debe, principalmente, a que hay personas que se dedican a recorrer estas zonas para recuperar las latas desechadas y posteriormente venderlas.


¿Por qué no hay interés por recolectar las botellas de vidrio para venderlas y posteriormente reciclarlas?
En nuestro país, lo que más se recicla es el plástico y el aluminio. Y hay una razón económica para esto, ya que, para las empresas, es más redituable fabricar el vidrio, que invertir en recolección y reciclaje, sin importar el impacto que esto tiene en el medio ambiente.
De acuerdo a la SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) en México se recicla únicamente el 12 por ciento del vidrio que se desecha cada año, una cantidad de alrededor de 2.5 millones de toneladas. En comparación, se recicla el 56% del papel y cartón, y 50% de los plásticos.

Además, hay una noción incorrecta sobre el vidrio como material, considerando que, eventualmente se degrada y se convierte en arena. Sin embargo, no se toma en cuenta el tiempo que toma. En realidad, aunque parezca un material frágil y fácil de romper (hace falta acentuar que, el que se rompa, no significa que se degrade), es resistente, y tarda 4000 años en degradarse.
Es una oportunidad desaprovechada, ya que el vidrio es más sencillo de reciclar que otros materiales (es 100% reciclable) y se puede separar de acuerdo a su textura, color y composición. Solo es necesario romperlo y fundirlo. Desafortunadamente los gobiernos y empresas anteponen los intereses económicos al bien estar ambiental. Es así como tienen que ser asociaciones quienes trabajen con los vertederos municipales en diferentes estados, comprando el vidrio que separan para poderlo reciclar posteriormente. En este sentido, podríamos colaborar retirando las etiquetas y lavando los envases de conservas, salsas y bebidas antes de tirarlos; pero claro, aquí la mayor cantidad de vidrio proviene de una actividad que lo único que degrada es al ser humano y su entorno: el alcoholismo.




Texto por Ana Arán Sánchez, colaboradora de este sitio. Fotografía por Juan Luis Loredo Varela, colaborador de este sitio. 4 de octubre de 2022.
No se autoriza la reproducción del texto sin previa solicitud por parte del interesado y autorización por parte de nuestra organización. Todas las imágenes presentadas fueron tomadas en el río San Pedro por colaboradores de este sitio. En el caso de utilizar imágenes de nuestros colaboradores se deberá usar una referencia adecuada. Todos los artículos consultados para realizar este texto han sido referenciados y se deberá mencionar a la fuente original en caso de utilizar información de esas fuentes.
Referencias consultadas
- Casa Sáastun Arte en Vidrio (s/f). Escasa cultura de reciclaje para vidrio en México. https://casasaastun.com.mx/escasa-cultura-de-reciclaje-para-vidrio-en-mexico
- El Financiero (2019). Vidrio. El residuo “olvidado” en el proceso de reciclaje en México. https://www.elfinanciero.com.mx/empresas/vidrio-el-residuo-olvidado-en-el-proceso-de-reciclaje-en-mexico/
- Portal Ambiental.com.mx (2019). En México el reciclado de vidrio es bajo a causa de su poca rentabilidad. https://www.portalambiental.com.mx/sustentabilidad/20190506/en-mexico-el-reciclado-de-vidrio-es-bajo-a-causa-de-su-poca-rentabilidad
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