El árbol de la vida agoniza

Toda la vida en la tierra tiene un solo origen, esto significa que todos los seres vivos que existen y/o han existido en el planeta  comparten un ancestro en común.

La vida en la tierra puede haberse originado hace alrededor de 3000 millones de años, y desde entonces se ha diversificado hasta alcanzar la inmensa variedad que conocemos; a lo largo de esos  millones de años existieron una enorme cantidad de organismos que nunca llegamos a conocer y,  puesto que nos separa de ellos una gran cantidad de tiempo, sólo los fósiles nos cuentan su historia. Se estima que más del 90% de las formas de vida que alguna vez existieron se extinguieron mucho antes de que la especie humana existiera.

En el planeta ocurrieron cinco grandes extinciones masivas causantes de que desapareciera de entre el 50 y 95 % de las especies: periodo Ordovícico (hace 490 – 443 millones de años), periodo Devónico (hace 417 – 354 millones de años), periodo Pérmico (hace 299 – 250 millones de años), periodo Triásico (hace 251 – 200 millones de años) y periodo Cretácico (hace 146 – 64 millones de años).1

La humanidad tiene su antepasado más antiguo hace apenas de 5 – 7 millones de años en África, los Australopithecus ramidus vivían en las selvas y llevaban un tipo de vida parecido al de los chimpancés. Pero los restos fósiles de un antepasado que ya fuera bípedo fueron descubiertos en 1978 y pertenecen al Australopithecus afarensis, una hembra que vivó en Etiopia hace entre 3.9 y 3.5 millones de años, se le llamó Lucy.2

En la escala de tiempo geológica, en la historia del planeta, la humanidad ocupa apenas un periodo de tiempo muy corto. Sin embargo, recientemente, en los dos últimos siglos,  se ha precipitado una crisis global de extinción, lo que se ha llamado “la sexta gran extinción” y que es comparable a las cinco anteriores. El aumento de las poblaciones humanas en los últimos 50,000 años ha dejado una huella negativa en la biodiversidad.1

Aun se debate cual es el grado de participación que tiene la humanidad en las extinciones, sin embargo hay acuerdo en que en los últimos cien años las extinciones han aumentado, mayormente a causa de la destrucción de hábitats producto de la colonización europea, y la expansión global de las poblaciones humanas a lo largo del siglo XX.1

Los humanos están implicados directa o indirectamente en el incremento de extinciones que “naturalmente” ocurrirían a causa de: el cambio gradual del clima, de nuevas interacciones competitivas (por invasión o evolución) u ocasionales cambios como incendios, tormentas o enfermedades.1

Algunas de las mariposas que habitan en la cuenca del río San Pedro

De acuerdo con estudios realizados por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (IUCN), actualmente están en peligro: 31% de las especies de anfibios, 12% de especies de aves y 20% de especies de mamíferos, y estos son sin duda de los grupos de organismos más estudiados.1

Hay debate sobre cuantas especies se pierden cada año, mientras algunos opinan que unos cuantos miles, otros estiman que alrededor de 100 000,1 como podrán ver, sea cual sea la cifra de especies que desaparecen, es enorme.

Lo más irónico de todo, es que vivimos en el periodo de la tierra donde existe mayor biodiversidad, pero como hemos visto, una considerable porción de ella está amenazada y muchas especies han sufrido extinción antropogénica (causada por el humano). 3

Y si quieren saber otro dato irónico, hasta la década de entre 1970 y 1980 era aceptado de forma general como un hecho entre la comunidad científica el que se conocían la mayoría de las especies vivientes, especialmente en lo referente a mamíferos o aves, por ejemplo. Sin embargo, y sólo por poner un ejemplo, más de 400 especies de mamíferos se han descubierto desde 1993 (Ceballos and Ehrlich, 2009), y los descubrimientos no son únicamente pequeños roedores, la lista de descubrimientos incluye monos o un bovino de 100 kg. Se puede decir que estamos en una “nueva era de descubrimientos”3

Los descubrimientos se han realizado en prácticamente todo el planeta, pero mientras algunas personas se dedican a descubrir y tratar de proteger la biodiversidad, el resto de la población sigue abatida por el poder económico y político que destruye el planeta y lo humano en la humanidad, reduciéndonos a máquinas de generar riqueza, riqueza que se queda en unas cuantas manos mientras la gran mayoría apenas sobrevive en la más ignominiosa pobreza.

Muestra de las arañas registradas en la cuenca del río San Pedro

Ejemplos de animales extintos por la acción humana: Vaca marina de Steller (Hydrodamalis gigas), las causas de su extinción fueron la demanda su carne, grasa y piel.  Paloma pasajera (Ectopistes migratorius), esta pasó de ser el ave más abundante de Norteamérica a estar extinta. Fueron cazadas de forma masiva para aprovechar su grasa, plumas y carne.

Sólo por poner un par de ejemplos dentro de esta larga y triste lista que se alarga cada día, como ya hemos mencionado en otras publicaciones, a veces se habla de las especies en peligro de extinción  (si es que se habla de alguna), y se tiende a creer que, por el hecho de que actualmente alguna especie sea abundante o común, así seguirá siendo, pero recordemos el ejemplo de la paloma pasajera, aprendamos de las lecciones tan claras que la historia nos muestra.

Algunas de las aves que pueden observarse de manera temporal o permanente en el río San Pedro y la región.

La vida en la tierra es un continuo, todos compartimos un mismo origen, todos somos parte de este gran árbol de la vida que por miles de millones de años ha crecido, se diversificado, y actualmente está en peligro, seamos causantes directos o no de la extinción de especies, es un hecho que sí podemos modificar nuestra actual forma de conducirnos para aminorar la huella que dejamos en el planeta, no basta con ser pasivos y conformarnos con “no ser los que destruyen o contaminan”, ya no hay tiempo para eso, hoy hace falta ser no sólo de los que no contaminan, hace falta ser de los que defienden, de hecho no de palabra.

Hace un tiempo leía en un libro (por desgracia no recuerdo cual, así que disculparan que no de crédito al autor) una frase que decía más o menos así: “uno pertenece a un lugar cuando actúa como si el futuro de sus hijos le importara”, si los que nos precedieron no cuidaron el planeta, no es razón para que nosotros sigamos ese camino, el planeta no es nuestro, ni como individuos ni como especie, es de todos los organismos que lo habitan, los que hemos conocido, los que no conocemos y los que ya jamás volveremos a ver; seamos verdaderos terrícolas, actuemos como si el futuro nos importara.

Texto y fotografía por Leonardo Hernández Escudero, colaborador de este sitio. 1 de febrero de 2023.

Referencias:

  • Causes and Consequences of Species Extinctions, Navjot S. Sodhi, Barry W. Brook, and Corey J. A. Bradshaw
  • Origen y evolución del ser humano, Ana Barahona, UNAM.
  • The Sixth Extinction Crisis Loss of Animal Populations and Species, Gerardo Ceballos, Ph.D., Andrés García, Ph.D., Paul R. Ehrlich, Ph.D.

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